La Mitología Azteca o Mitología Mexica es muy variada desde todos sus extremos. Cuenta con un conjunto de leyendas bastante increíbles, que incluyen grandes deidades, dioses poderosos, seres con habilidades extraordinarias y bestias semi-humanas que pueden hacer de todo.
En el caso de las bestias, conocidas como criaturas mitológicas aztecas, las encontramos de varios tipos. Algunas de ellas son destacadas por ser benevolentes, mientras que otras llevan la maldad en su interior. Además, varias eran veneradas como dioses adicionales. Sigue leyendo y entérate de las 10 criaturas mitológicas Aztecas más fascinantes.
10 Criaturas Mitológicas Aztecas más Fascinantes
Aunque en la actualidad hay un registro bastante amplio de criaturas mitológicas mexicas, no todas son tan destacadas y cuentan con información limitada. Pero para que conozcas las más fascinantes y completas de la lista, hemos organizado un artículo con diez de ellas.
Estas fueron seleccionadas de acuerdo a la relevancia que tuvieron con el desarrollo de las leyendas, así como la contribución de sus descripciones para ser consideradas como bestias importantes dentro de esta mitología. A continuación, nuestro TOP 10 de las criaturas mitológicas aztecas.
1. Siguanaba
Singuanaba fue una diosa que murió al dar a luz a dos gemelos, los cuales fallecieron también luego de un parto complicado. Desde entonces, se cree que estuvo protegiendo a las mujeres embarazadas de dos, dándole ella los suyos como forma de evitarles la muerte.
Sin embargo, la Singuanaba odiaba, particularmente, a los hombres. Por esa razón siempre estaba sobre los senderos oscuros y los caminos encerrados, esperando a que se apareciera algún borracho o cualquier campesino trasnochado, para poder asesinarlo y comérselo.
Las descripciones de la Singuanaba la ubican como una bestia con forma de mujer que aparece de espalda frente a sus víctimas y con el torso desnudo. Luego de que estos caen cautivados ante sus encantos, les revela su cara, siendo la de un caballo horripilante, haciéndolos morir del susto.
2. Cipactli
Las leyendas cuentan que el Cipactli fue una bestia de color negro, muy parecida a la de un lagarto marino, que tenía cola de pies y cara de cocodrilo y que siempre andaba sobre los mares y en la tierra buscando alimentarse, pues tenía un hambre insaciable.
La razón de su apetito se debía a que, en cada una de sus extremidades, el Cipactli contaba con una boca voraz que siempre devoraba todo a su paso, lo que la convirtió en una criatura que crecía sin parar y que estaba en la búsqueda de animales o humanos para comer.
Se dice que, debido al tamaño del Cipactli, los dioses lo partieron en dos y puso una de sus extremidades encima de la otra para formar la tierra, desde donde se dio la vida de todas las formas conocidas en la mitología maya, aunque muchos lo describen como un gran dragón.
3. Chaneque
Los Chaneque eran considerados como duendes o enanos en la mitología mexicana, y eran descritos como criaturas que siempre estaban haciendo travesuras o molestando a los viajeros. Incluso podían extraer sus almas, la cual tenía que ser devuelta mediante un conjuro o la victima moría.
Pero en realidad, no se les relacionaba como una criatura malevolente, aunque si mal intencionada. Siempre estaba molestando a los animales de los corrales, lanzaba piedras a los humanos y hacía perder las cosechas, pese a que se conocía por ser el guardián de las bestias y los arroyos.
Además, los Chaneque tenían la habilidad de convertirse en varias cosas. Generalmente, preferían transformarse en un hombre pequeño o en un duende, dejando siempre a su paso una característica huella blanca que se podía distinguir a la distancia. Cuando un humano la veía, huía del lugar.
4. La serpiente de dos cabezas
Las esculturas, estatuas y templos encontrados de la cultura azteca, tiene inscripciones y símbolos que representan a la serpiente de dos cabezas como una criatura enorme y voraz. Como su nombre lo indican, estas tenían otra cabeza en lugar de la cola y no defecaban jamás.
Sin embargo, esa incapacidad no le prohibía comer, pues las serpientes de dos cabezas podían alimentarse de animales del bosque. Algunas leyendas dicen que se devoraban a quienes intentaran entrar a los templos y robarse los tesoros, aunque se le relaciona con la benevolencia.
Se dice que la serpiente de dos cabezas fue creada por los dioses para convertirse en sus mascotas. Estos podían acariciar sus dos cabezas siempre y la bestia actuaba mansa, ya que no podía morder la mano de sus amos.
5. Camazotz
Conocidos también como el murciélago de la muerte o el vampiro del infierno, el Camazotz era una criatura mitológica que estaba relacionada con el inframundo para los aztecas, siendo considerado en muchos pueblos como el dios de las profundidades.
Camazotz tenía el cuerpo de un humano enorme, pero la cabeza de un murciélago peludo, con grandes orejas y colmillos que estaban recubiertos por su larga lengua. Además, las alas de la bestia le permitían volar muy alto, surcando los cielos de noche.
Se dice que atacó a los dioses luego de que estos acudiesen a visitarlo en su cueva, provocando que le cortaran la cabeza. Cuando los humanos no le daban sus ofrendas y alimentos, este podía tomar venganza y aniquilarlos a todos con sus grandes colmillos.
6. Xicalcóatl
Las Xiacalcóatl fueron una raza de serpientes mitológicas que podían asesinar a sus víctimas usando el poder del engaño. Debido a que su cuerpo tenía una jícara o jarrón incrustado, podía ilusionar a los humanos y luego ahogarlos para comerlos. Esto le dio el nombre de serpiente de la jícara.
Existieron muchas a lo largo de todas las tierras aztecas y son descritas como serpientes largas, que podían alcanzar incluso los 10 metros de longitud. Sus escamas eran tan brillantes, que daban la impresión de estar lustradas y pulidas como piezas preciosas o joyas de los dioses.
Las Xiacalcóatl solían ubicarse en las profundidades de los lagos. Cuando tenían hambre, salían hacia la superficie, dejando solamente a la vista la jícara de su cuerpo. De esa forma, los humanos caían en la trampa y al tomarla, eran ahogados por las olas del animal, muriendo con sus mordiscos.
7. Ixpuxtequi
Durante altas horas de la noche, en donde la luna estaba en su punto más alto y la tierra permanecía completamente lúgubre, el Ixpuxtequi aparecía para deambular por allí, ya que era susceptible a la luz del día y solamente salía de noche para alimentarse.
El Ixpuxtequi era una especie de criatura o bestia humanoide que carecía de mandíbula inferior, por lo que su alimento siempre se perdía en el camino hasta su boca. Además, algunas leyendas lo describen con patas de águila y grandes garras filosas.
Además, el Ixpuxtequi era extremadamente alto y delgado, por lo que podía pasar desapercibido o confundido por un árbol enorme. Cuando los viajeros se cruzaban en su camino, este los desgarraba con sus patas y succionaba la sangre, pues no podía masticarlos
8. Xochitónal
Aunque era considerado como un pequeño dios o semejante a ellos, Xochitónal era una criatura mitológica azteca benevolente que vivía entre los bosques y los arroyos, ya que su hábitat natural estaba entre el agua y los estanques hídricos.
Hay varias teorías respecto al animal que representaba al Xochitónal, ya que algunas leyendas la describían como una iguana de tamaño colosal. Otras aseguraban que se trataba de un lagarto, mientras que en diversas historias se describe como un caimán.
El Xochitónal tenía una cola enorme, grandes garras en cada pata y colmillos brillantes con los que se alimentaba de peces. Además, a lo largo de su cuerpo estaba lleno de escamas y púas para defenderse de los enemigos. Su nombre significa Flor del Alma.
9. Centauro
El Centauro mesoamericano es descrito como una criatura que odia completamente a los aztecas. De hecho, en una oportunidad confabuló contra ellos para hacerlos perder en la guerra que tuvo lugar en la historia, ayudando a los españoles a ganar.
Físicamente es descrito como en otras mitologías. Una bestia corpulenta, con cuerpo de caballo y grandes pezuñas con las que pueden galopar a grandes distancias. Sin embargo, su torso es la de un hombre común y corriente, con una gran melena que ondea con el viento.
Al parecer, los centauros aztecas fueron inspirados después de la llegada de los españoles a su territorio, pero esta teoría tiene muchas discrepancias. Además, son relacionados con la maldad y la venganza, pues se creen que los humanos destruyeron su raza y tomaron su hábitat.
10. Ahuízotl
El Espinoso del Agua, también conocido como Ahuízotl, fue una criatura de la mitología azteca que vivió en los arroyos, estanques, lagos y ríos, ya que era un animal acuático. Además, se dedicaba a cazar humanos, pues eran sus alimentos preferidos.
Físicamente es descrito como una especie de puerco espín, con el tamaño de un perro terrestre y cortas pero puntiagudas orejas. En su espalda estaba cubierto con grandes pullas que llegaban hasta la cola, en donde tenía una mano humana en la punta.
Para cazar, se sumergía en el agua y dejaba su mano a la vista, emitiendo un sonido de llanto de bebé, lo que llamaba la atención de los pescadores que acudían a auxiliarlo. Cuando esto pasaba, la mano de la criatura tomaba a la víctima, generalmente pescadores, y los ahogaban para comérselos.