La Mitología Romana es una de las más espectaculares de todos los tiempos, ya que incluyen la presencia de dioses, deidades, seres y grandes criaturas increíbles, las cuales están estrechamente relacionadas con la mitología griega.
Sin embargo, la mitología romana es, en realidad, la combinación de dos grandes eras desde donde se obtuvieron todas sus creencias. La primera, se debe a todas las leyendas y dioses en los que creían en sus inicios. Pero los poetas comenzaron a tomar parte de la griega, hasta crear lo que hoy conocemos.
10 Criaturas Mitológicas Romanas más Fascinantes
Las criaturas mitológicas romanas son muy variadas. Algunas vienen del periodo inicial y completamente autóctono de la antigua roma, mientras que otras son el resultado de esta combinación literaria y de la actualización de las primeras creencias.
Además, los poderes y las habilidades que poseían estas grandes bestias y demonios, varían mucho de acuerdo a la influencia que tenían con los humanos, los dioses y hasta la tierra en la que se desarrollan. A continuación, nuestro TOP 10 de las criaturas mitológicas romanas.
1. Quimera
La gran Quimera era conocida como una temible bestia que tenía la capacidad de escupir fuego por la boca y el trasero, dedicada a atacar a los países se Asia Menor, llevando así el terror y el miedo a todos los pueblerinos, degollando a sus animales y devorándolos enteros.
Se dice que la Quimera, también conocida como Chimera, fue producto de la relación sexual entre Equidna y Tifón. A su vez, esta fue madre del gran León de Nemea y la Esfinge, dos criaturas asombrosas que se asemejan muchísimo a ella físicamente.
La Quimera se parece a un enorme dragón. Algunas leyendas establecen que tenía hasta tres cabezas, de las cuales dos eran de león y de cabra, mientras que la última le salía desde el trasero y se asemejaba a una enorme serpiente, la cual podía escupir fuego también.
2. Estirge
Terrorífica y horripilante, la Estirge fue una criatura realmente desagradable de la mitología greco-romana. Según sus descripciones, esta era una bestia híbrida, combinada con un murciélago por sus grandes alas, un pájaro por su pico y cuatro patas que no se encuentran en ningún animal de la realidad.
Con el enorme pico solía agarrar a sus víctimas cerca de los estanques o arroyos, aunque también actuaba desde los bosques y selvas, aprovechando los viajes nocturnos de los que deambulaban por allí. De esa manera, los tomaba por la ropa y los devoraba enteros.
Además, la Estirge se asemejaba mucho a los murciélagos, pues solo aparecía durante la noche, se colgaba cabeza abajo con las alas cubriéndole y odiaba la luz de la luna y sobre todo la del sol. Con su gran pico absorbía la sangre de las víctimas y dormía durante muchos meses.
3. Ortro
El perro de dos cabezas, conocido además como Ortro u Ortos, fue una terrible criatura mitológica romana, que perteneció a varios dueños de forma consecutiva. Su primer amo fue el Atlas, el gran titán. Pero más adelante este se lo obsequió a Gerión.
Desde entonces, se dedicó a resguardar la cabaña de los bueyes rojos, la cual se encontraba en la isla Eritia, hasta que fue asesinado por Heracle, quién le clavó una lanza después de que intentara devorarlo al acercarse a la cabaña que custodiaba.
Se dice que Ortro fue producto de la relación entre Tifón y Equidna. Pero también hay registros de que fue el padre del León de Nemea y la Esfinge, junto a la poderosa Quimera. Sus descripciones físicas lo muestran como un gran y corpulento perro negro, con dientes filosos y dos cabezas.
4. Gárgolas
Una de las bestias mitológicas más conocidas es la gárgola, aunque también se les conoce por haber varias de ellas. La historia más reconocida cuenta que estas eran estatuas talladas por humanos que estaban custodiando los templos, hasta que un día un mago des dio la vida.
A partir de allí comenzaron a atacar a todo aquel que no cumplía con lo establecido, pero generalmente lo hacían por maldad, pues eran criaturas totalmente malignas y mágicas, que no necesitaban comer porque fueron creadas artificialmente.
Además, las gárgolas tenían pieles duras como piedras y parecidas mucho a las de sus orígenes, ya que de esa manera se escondían exitosamente en los grandes templos para atacar a sus próximas víctimas sin ser detectadas. Sus descripciones las muestran con alas enormes y caras diabólicas.
5. Cerbero
El demonio del pozo, perro de hades, Can Cerberos o simplemente Cerbero, fue una criatura mitológica que se describía como una bestia peluda y horrenda. Tenía la tarea de custodiar las puertas del hades para que las almas no salieran ni entrara nadie a rescatarlas.
Cerbero nació de la relación entre Tifón y Equidna, siendo el hermano directo de Ortro, por eso ambos son perros mortales. Algunas leyendas aseguran que podía tener hasta tres cabezas y estaba cubierto de pelo ceniciento por todo su cuerpo corpulento.
Se dice que en una oportunidad tuvo que ser encadenado por Hércules para poder salvar a Alceste. También se cree que Orfeo se vio en la necesidad de dormirlo con la lira, pues de esa manera podía salvar a Eurídice.
6. Unicornios
Aunque el origen de los Unicornios es realmente incierto, en la mitología romana aparecieron como una criatura noble, sabia y extremadamente hermosa. Pero su distintivo principal era un gran cuerno mágico que se ubicaba en su frente, con el que tenía la capacidad de detectar el mal.
A su vez, el cuerno era capaz de saber cuáles eran las almas impuras y malévolas, por lo que no se acercaba a ellas. Sin embargo, los unicornios eran inmunes totalmente a la magia, los hechizos y todo tipo de conjuros, ya que el cuerno era su protección principal inquebrantable.
A pesar de ser descrito como criaturas solitarias y justicieras, las leyendas cuentan algunas ocasiones en la que los unicornios se dejaron montar por princesas y doncellas de noble corazón, siéndoles leales hasta su muerte y llevándolas a dar pasajes por toda la tierra.
7. Pegaso
Otro de los caballos mitológicos más fascinantes es el Pegaso, una bestia espectacular, descrita con cabello blanco y largo. Pero su distintivo principal fueron las enormes alas plumíferas que cubrían su espalda, con las que podía surcar los cielos como un águila o un dragón.
Pegaso resultó de la unión entre Medusa y Poseidón, aunque algunas leyendas cuentan que surgió de la sangre de su madre, luego de que Perseo le cortara la cabeza. Desde entonces fue fiel a sus amos, hasta que la imprudencia de Belerofonte lo llevara a su final.
Cuando este héroe decidió irse montado en Pegaso hasta el cielo, Zeus lo atacó hasta que cayó en tierra y perdió la vida. Sin embargo, el alado caballo continuo el viaje y al llegar al cielo, se convirtió en una gran y brillante constelación, pues no pudo pasar de allí.
8. Grifo
El grifo fue una gran y majestuosa criatura mitológica, que se asemejaba bastante a la esfinge, tanto por su cuerpo como por su misión de protección. Y es que, estos estaban al resguardo de templos sagrados y de tesoros escondidos, devorando a quienes intentaran robarlos.
Las descripciones básicas de Grifo dicen que fue una bestia híbrida entre un león y un águila. El cuerpo era del animal de los rugidos, mientras que la cabeza y las patas fueron heredadas de las aves del cielo. Además, tenía grandes garras con las que se defendía.
Las leyendas mitológicas romanas le adjudican al Grifo un único amo: Némesis, la diosa de la venganza, quién solía montar sobre su lomo para surcar los cielos, llegar hacia las estrellas y tenerla como su guardián protector contra los enemigos que la acechaban.
9. Fénix
Entre la majestuosidad y las águilas también podemos resaltar al fénix, una gran ave mitológica que representaba la justicia, el renacer y el poder consumidor del fuego. Algunas leyendas la describen como una gran ave que estaba envuelta en plumas encendidas.
Pero las descripciones clásicas las pintan de color amarillo, negro y sobre todo anaranjado. Tenía un gran pico y sus alas eran realmente enormes, pues así podía volar más alto. Esta viajaba desde el medio oriente y la india, hasta áfrica e incluso, en Egipto.
La definición más conocida y popular del fénix dice que era un ave que se consumía casa 500 años por el fuego de sus alas y luego de ese acto, lograba renacer nuevamente desde las cenizas, renovada y con muchas más fuerzas y poder del que tenía.
10. Hidra
Hidra tenía la misión de proteger la entrada al hades o el inframundo desde las profundidades del mar, específicamente en la cueva de Lerna, un sitio sagrado en donde no todos podían entrar, siendo la puerta custodiada más exclusiva de la mitología románica.
Pero Hidra no era una bestia benevolente, sino que, al contrario, estaba relacionada con la maldad, descrita como una criatura despiadada y capaz de aniquilar a todo el que se atravesase a su paso. Además, tenía muchas cabezas que se regeneraban instantáneamente cuando perdían otra.
Hidra era una gran serpiente que estaba compuesta por varias de ellas, como una gran estrella o dragón en donde había muchas. Las escamas recubrían todos sus cuerpos y cuellos y algunas leyendas aseguran que podía salir de las profundidades y volar.