Los antiguos aztecas solían tener un raro arte para presentar sus culturas con una simbología mas bien dibujada sobre rocas que sigue atrayendo la atención de muchos arqueólogos y científicos de la era moderna, pues tenían un personaje muy distinto para cada animal, cosa u objeto y así ir dándoles un significado en su simbología azteca un poco más relaciona con el poder, la alimentación de los pueblo y también el arte particular.
Lo principal de este registro era la legitimación: demostrar el fundamento de sus derechos a gobernar y a recibir tributo. lo que llama la atención en todo esto es el aspecto religioso y carismático del poder, el estatus divino del gobernante mesoamericano, grandes obras y demás creencias.
Falda de Serpientes
Una escultura que podría dar escalofríos al verse pero no, en realidad se trata de una diosa de las serpientes de cascabel, estos animales aparecen entretejidos que conforman su falda en la escultura de la diosa, se evidencian en esta figura azteca de Coatlicue hallada en Tehuacán. Su rostro cadavérico era muy parecido a un cráneo humano y pechos colgantes omo los de una anciana ya bastante envejecida, todo esto enfatizan la condición del significado : La falda de serpientes, que significa tanto la muerte como la vida.
El Símbolo del Perro
Como ya hemos visto en otras ocasiones informativas, cada cultura como china, maya o griega, poseían un significado para el perro, visto durante siglos como mejor amigo del hombre y admirado por los dioses aztecas también como vemos aquí. Itzcuintli, el décimo en la simbología azteca estaba representado por un perro. Estos eran admirados por su lealtad como compañeros, pero eran sobre todo muy estimados como guiás espirituales pues se creía que guiaban a sus dueños al inframundo después de la muerte, en alguna transición del destino o para dar algún mensaje del futuro.
Xochipilli
Mejor conocido como el Dios de las flores entre los aztecas, ¿Quien dice que los hombres no pueden ser sensibles? mejor conocido por ser el dios de Tlalmanalco. El dios está sentado y con las piernas cruzadas por los tobillos en una posición tensa, pero la forma orgánica y cilíndrica de los músculos del dios hacen que se vea más vivo y dinámico. La postura de Xochipilli sugiere a un chamán en medio de un trance hipnótico de éxtasis alucinógeno.
Está sentado realizando un vuelo chamánico hacia Tlalocan, el paraíso exuberante de fertilidad y abundancia de los aztecas rodeado de los hongos alucinógenos sagrados, las hierbas y otros símbolos.
Cabeza del Guerrero Águila
En los más altos rangos del ejército azteca, existían dos órdenes: la de los guerreros águila y jaguar también parte de la misma simbología azteca. Por lo general, únicamente los miembros de la nobleza podían ser miembros de estas dos órdenes.
Los caballeros Cuauhtli o tambien llamados caballeros Águila en el idioma occidental, estaban asociados al sol y a las batallas diurnas que solian hacer temprano. Para los mexiccanos, el águila simbolizaba al sol een su punto mas alto de vuelo, y también al guerrero sin dejar la vista. Su tarea consistía en alimentar al sol por medio del sacrificio de su propia sangre y sacrificarse por todos, lo cual los hacía resistentes al dolor y capaces de arriesgar sus propias vidas de manera incondicional.
Dios Jaguar del Inframundo
Si llegamos a visitar el terreno azteca veremos que no solo los perros eran visto como mejores amigos del hombre, pues entre los mas famosos animales que la simbología azteca ve como dios, es el jaguar. Este gran felino salvaje de gran convivencia en las junglas americanas, eran temidos por sus garras y dientes afilados.
Al ser depredadores, los jaguares nocturnos también se asociaban a los aztecas al igual que con la esfera subterránea de la muerte que hemos visto antes en otro párrafo. El águila y el jaguar eran considerados dioses incomparables del inframundo, su imagen era recibida en forma del animal completo o con sus mismas características faciales como símbolo de inmortalidad.
El Coyote Emplumado
¿Parece raro verdad? Este monumento es la representación de un coyote sentado sobre su parte trasera y cubierto de plumas que simbolizan movimiento, su símbolo era visto como «dejarse llevar por el viento». La imagen del coyote no era normal verla tallada en una escultura pero igualmente era respetado, simbolizaba a un patrono de las órdenes de caballeros aztecas de élite, esos típicos guerreros de fuerza, y al igual que el jaguar y el águila, el coyote era un depredador poderoso.
La Muerte
El glifo que representa a la muerte, no es de extrañarse que los aztecas al igual que los mayas tuvieran un símbolo particular para esta naturaleza. En la simbología azteca representa el sexto llamado miquiztli entre los nombres de los días aztecas, su cultura veneraba mucho este ritual de muerte como algo natural, esencial y básico para hacer ver a los dioses que estaban con ellos, es decir un ofrenda.
Tiene forma de calavera humana, símbolo universal de la muerte por ser todo lo que queda de la cabeza de una persona es por eso que la eligieron para ser su símbolo personal de la muerte y sigue siendo adorada hasta hoy.
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El Altar del Planeta Venus
Los aztecas creían que los 13 reinos celestiales que formaban el universo servían de campo de acción para los cuerpos celestes. Los aztecas le atribuían una especial importancia al planeta Venus por su ciclo anual de 584 días, que tiene dos fases cuando es invisible, y otras dos fases cuando constituye la última estrella que desaparece por la mañana, y la primera que aparece al anochecer.
Este altar tiene cuatro lados. El registro de la parte superior es una secuencia de esferas que representan la lluvia de las estrellas por la noche. Y en la franja inferior, Venus, la diosa de la muerte, aparece con los ojos medio cerrados pero no del todo con un monstruoso caracter y con ganas de comer hombres. Cuatro cuchillos hechos de piedra y con rostros con la la estrella personificada.
La Cruz de Acolman
El monumento tequitqui más asombroso del pueblo de Acolman, parte tradicional de sus símbolos es la cruz atrial, una monumental piedra situada en el centro de la plaza frente a la iglesia. La cruz de Acolman muestra en su parte superior la inscripción INRI (Jesús de Nazaret Rey de los Judíos), debajo de la cual se encuentra el emblema de los agustinos del corazón atravesado por una flecha, una impresionante escultura realista de bulto de la cabeza de Cristo en la intersección de los brazos, el fuste y un cáliz.